21/7/10

CUANDO NUESTRA MASCOTA SE VUELVE UN ADULTO MAYOR


LA EDAD DE ORO….MAS MIMOS Y CUIDADOS (*)

Es triste ver cómo nuestro compañero fiel está envejeciendo, pero hay muchas cosas que usted puede hacer para prolongarle la vida y hacer que sus últimos años sean más confortables y felices.
La duración de la vida de un perro está muy relacionada con los factores ambientales en los que se ha desenvuelto: la higiene, los cuidados de salud, el ejercicio físico y la alimentación. Si durante toda su vida se han descuidado las enfermedades, afecciones o lesiones, el proceso de envejecimiento se acelera.
Desgraciadamente su perro envejece, como usted mismo, pero no a la misma velocidad, puesto que hay que multiplicar por siete u ocho la edad de un perro para que sea más o menos equivalente a la del hombre.
La esperanza máxima de vida de los perros se ha estimado en 27 años, pero su longevidad depende mucho de su tamaño: un perro pequeño puede vivir hasta 20 años, uno de tamaño mediano puede alcanzar los 14 años y un perro grande suele superar los trece años con dificultad. Aunque no es infrecuente en la práctica veterinaria, ver y atender perros de más de 20 años de edad.
La plenitud de un perro llega hacia los tres años. A partir de los siete u ocho empieza a declinar, un declive que se acelera vertiginosamente a partir de los diez años. Es a partir de ese momento cuando más necesita de los cuidados de su amo, de su comprensión y su cariño.

LOS AÑOS NO LLEGAN SOLOS
Al envejecer, el perro que no padece alguna enfermedad crónica, presenta una serie de achaques muy comunes y de importancia variable. Por ejemplo, es muy frecuente que pierda el oído o incluso que se vuelva sordo. También le pueden fallar el olfato y la vista, sufrir de dolores artríticos, y puede perder piezas dentales y aumentar el sarro.
El pelo se le pone más áspero y escaso y en algunas zonas, como la cara, la cola y las patas, empieza a llenarse de canas. Como a cualquier abuelo, le duelen las articulaciones y se queja cada vez que se levanta o se acuesta e incluso entre sueños.

SIGNOS DE PELIGRO EN EL PERRO DE LA TERCERA EDAD
Un perro mayor de siete años que tenga buena salud, debería pasar un examen veterinario completo por lo menos una vez al año, que incluya examen físico, recuento sanguíneo, análisis de orina, exámenes de parásitos y en algunos casos es necesario hacer pruebas de la función hepática y renal, radiografías y electrocardiogramas. Son importantes también los cuidados dentales de rutina y eliminación del sarro.
Si descubre algunos de los siguientes signos anormales, lleve a su perro al veterinario para una investigación más detenida:

 Pérdida de apetito o peso
 Tos, respiración acelerada y fatigosa
 Debilidad o intolerancia al ejercicio
 Incremento de la sed y micción frecuente
 Estreñimiento o diarrea
 Fiebre, fatiga o jadeo permanente
 Un abultamiento en cualquier parte del cuerpo

CAMBIOS EN EL COMPORTAMIENTO
Los perros mayores son más sedentarios, tienen menos energía, son menos curiosos y más restringidos a su ámbito de actividad. Se adaptan lentamente a los cambios en la dieta, la actividad y la rutina diaria. Toleran menos las temperaturas extremas, tanto cálidas como frías. Tienden a dormir mucho, pueden sufrir pérdidas de memoria y cuando se les molesta, se acentúan sus manías y se muestran huraños, malhumorados e irritables.
La mayoría de estos cambios en el comportamiento son resultado de los achaques físicos propios de la edad, como la pérdida de audición, visión, disminución del olfato y dolores artríticos.

MIMANDO AL VIEJITO
Anime a su perro a participar más activamente proporcionándole un lugar de descanso cómodo y cálido cerca del centro de la actividad familiar, no lo aísle pues fácilmente se deprimirá y se sentirá rechazado.
Es aconsejable sacarlo a caminar dos veces al día, al ritmo que él desee. Las actividades que le ofrezcan compañía humana serán profundamente apreciadas y ofrecerán a su perro la sensación de ser valorado y querido.
Acostumbre masajearle suavemente las articulaciones, ya que las molestias en ellas son muy frecuentes especialmente en los perros grandes.
Recuerde respetar su descanso, evitándole los ruidos molestos y la agitación, suprimir las órdenes imperativas y las reprimendas, evitar los juegos violentos y las travesuras de los niños. Pero principalmente, deben ser tratados con mucho cariño y cuidados especiales, muy merecidos después de haberse prodigado tanto al lado suyo y de su familia y por último no olvide que trata con un adulto de la tercera edad, la edad de oro, y eso tiene un gran valor.

SOCIALIZAR OTRA VEZ
Llevar un cachorro a la casa puede resultar una experiencia rejuvenecedora para el perro anciano. Cuando se controla adecuadamente la situación, a la mayoría de los perros de edad avanzada les encanta la compañía. A través del renovado interés y el aumento de ejercicio, parecen recuperar la juventud.
Evite los celos concediendo atención, en primer lugar, al perro anciano, demuéstrele que él sigue siendo el preferido de la familia, afirme siempre los privilegios ya establecidos que él tiene en su hogar, anímelo a jugar y socializar con el cachorro, y nunca acaricie o demuestre efusividad al recién llegado al frente de su perro anciano, esto lo deprimirá y se sentirá relegado y reemplazado.

UN NUEVO RÉGIMEN ALIMENTICIO
Prevenir la obesidad es el factor más importante para prolongar la vida del perro anciano. La dieta de un perro que envejece debe ser adaptada a las circunstancias. Hay que disminuir el aporte energético, manteniendo la ración habitual de proteínas, si su estado de salud lo permite y así lo aconseja su veterinario. Puede complementarse su dieta con alimentos naturales como huevos, verduras frescas, pescado blanco, cereales, vísceras de aves. Elimine las féculas, las grasas y las golosinas. La miel reemplaza ventajosamente al azúcar. En el caso de un perro cardiaco hay que eliminar también la sal.
Es aconsejable dar un complejo vitamínico, en especial del grupo B, las vitaminas, y las sales minerales mantendrán por más tiempo su salud.

AYUDA GERIÁTRICA
La medicina veterinaria ha evolucionado mucho en este campo, y gracias a eso muchos perros ancianos y enfermos pueden mantenerse bastante bien con solo darles un poco más de atención, y tiernos cuidados, así los perros ancianos pueden aún disfrutar de meses o años de felicidad en compañía de sus seres queridos. Por otra parte la homeopatía y la acupuntura dan resultados apreciables.
Por eso es muy importante que antes de tomar una decisión precipitada, recuerde que un perro que envejece se adapta a sus limitaciones, y aunque le cueste mucho, sea con él tan compasivo como lo sería con un amigo o un miembro de su familia.
No existen remedios milagrosos que impidan que su amigo desaparezca como todo ser viviente, cuando haya llegado al final de su camino. Pero usted puede darle un retiro feliz y tranquilo y llevarlo, con la ayuda del veterinario, hasta su punto máxima de longevidad.

 
LLEGANDO AL FINAL
Resulta conveniente recordar que aún con todas las atenciones que se le den, habrá un final. En ocasiones ocurre de manera dulce y silenciosa, lo que evita muchos sufrimientos. Pero cuando la vida deja de ser un gozo o un placer, cuando nuestro querido perro sufre una enfermedad dolorosa y progresiva para la cual no existe posibilidad de mejoría, entonces quizás ha llegado el momento en que debamos concederle una muestra final de amor y ayudarle a morir con facilidad y sin dolor. Acuda para esto a su veterinario, y acompañe hasta el final a su querido amigo, no lo deje solo en este último momento de su vida, él merece descansar en sus brazos y pasar en un dulce sueño a la eternidad.
(*) Colaboración de ANPA.





2 comentarios:

  1. Que importante es recalcar la importancia de que nuestro viejito no este solito en ese ultimo momento. Muchos evadimos tener que estar presentes en ese instante pues obviamente sera dificil pero tenemos que ser valientes y poner a un lado NUESTRAS necesidades porque este es el ultimo adios, el ultimo respiro. Adonde mas que en los brazos de la persona a quien amo incondicionalmente durante todos esos anos va a querer estar su maascota cuando respire su ultimo aliento.
    No los dejemos solitos frente al veterinario a quien probablemente le teme en un cuarto desconocido y frio. Ellos merecen mas.

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  2. Gracias Lya, por el aporte. Efectivamente nuestros incondicionales amigos merecen más. Saludos :)

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